MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) –
La Caja de las Letras ha recibido como legado in memoriam del escritor filipino José Rizal diversas ediciones de su primera novela, ‘Noli Me Tangere’ (publicada en Europa en 1887), y de su continuación, ‘El Filibusterismo’ (1891), dos obras que resultaron «cruciales» en el movimiento popular que desembocó en la independencia de Filipinas.
El legado ha sido guardado en la caja número 1.690 de la antigua cámara acorazada de la sede del Instituto Cervantes y formará parte de la Biblioteca Patrimonial de la institución.
Han acompañado a Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, Eduardo José A. de Vega, secretario de Estado del Ministerio de Exteriores filipino, y los embajadores de ambos países, Miguel Utray, representante de España en aquel país que perteneció a la Corona española hasta finales del siglo XIX, y Philippe Lhuillier, embajador filipino en Madrid.
José Rizal (1861-1896), médico además de escritor y activista político, fue fusilado tras ser declarado culpable de traición por asociación ilícita con otros revolucionarios filipinos.
De ‘Noli Me Tangere. Novela Tagala’, su título más conocido, se han depositado dos ediciones: una de 1958 publicada por el primer centenario de su nacimiento, y otra de 1992, de Ediciones de Cultura Hispánica.
También de su continuación, ‘El Filibusterismo’, se ha guardado sendas ediciones: de 1961 y de 1997. Además de otros dos volúmenes: el libro Rizal. Dos diarios de juventud (1882-1884), de Ortiz Armengol y Molina (1960), y el tomo IX de los Facsímiles de los escritos de José Rizal publicados en 1962 en Manila con motivo de su centenario.
«Recibir estos libros y manuscritos es un honor y una alegría, porque evidencian la importancia de un gran escritor, un representante de la historia de Filipinas y un autor que nos ayuda a pensar en el pasado y a comprometernos con nuestro futuro», ha señalado García Montero.
El director del Cervantes ha destacado la relevancia de Rizal como escritor en lengua castellana y la importancia como figura histórica en aquellos momentos, hasta terminar siendo víctima de una «muerte injusta».
Por su parte, el embajador español, Miguel Utray, ha denunciado la «injusta ejecución» del novelista, poeta políglota y pintor, mientras que el embajador filipino ha afirmado que las dos novelas depositadas son «obras maestras escritas por un héroe nacional».