El cantante y actor estadounidense de origen puertorriqueño Marc Anthony ha publicado en las últimas horas un mensaje en Twitter en el que arremete contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según el artista, Trump está más pendiente de los jugadores de la NFL que se arrodillan durante el himno nacional para protestar contra la violencia racial que de los destrozos provocados por el huracán María en Puerto Rico.
«Señor presidente, cierre la maldita boca sobre la NFL. Haga algo por la gente necesitada en Puerto Rico. Nosotros somos ciudadanos americanos también», ha escrito Marc Anthony, nacido en la ciudad de Nueva York de padres procedentes de Yauco (Puerto Rico).
Este mensaje del artista no ha hecho cambiar su discurso a Trump, quien en las últimas horas ha acudido a Twitter para lanzar una serie de mensajes, como que «las audiencias de la NFL están bajando mucho, excepto al comienzo de los partidos, cuando la gente se conecta para ver si nuestro país será insultado».
El viernes pasado, Trump dijo en un mitin que cualquier jugador que proteste es un «hijo de puta» que debería ser despedido e instó a boicotear los partidos de la NFL, provocando las protestas de decenas de jugadores, entrenadores y algunos propietarios antes de los partidos del domingo.
Protesta racial
El hábito de hincar la rodilla durante el himno comenzó el año pasado, cuando el exmariscal de campo de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, se negó a escucharlo en pie en protesta por las muertes a tiros de ciudadanos negros a manos de la policía.
Varios jugadores y artistas imitaron su actitud, asegurando que sus acciones son un pedido en favor de la justicia social y están protegidos por el derecho a la libertad de expresión y que no es un ataque contra el país o su bandera. Voces críticas como la de Trump aseguran que es irrespetuoso.
Sobre la situación de Puerto Rico, Donald Trump ha dicho en las últimas horas que está en «serios problemas» por los efectos del huracán y que «se debe lidiar» con los miles de millones de dólares en deuda con Wall Street e instituciones bancarias. «Gran parte de la isla fue destruida, con miles de millones de dólares en deuda con Wall Street y los bancos con la que, desgraciadamente, se debe lidiar», ha planteado.