MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) –
Ciencia, mente y espiritualidad son los tres pilares desde los que Ignacio Rabadán responde a la pregunta que propone el título de su libro, a la venta desde el 29 de marzo: ‘¿Qué ocurriría si mañana ya no estoy en este mundo?’. El autor aúna disciplinas para construir una mirada más amplia sobre la vida y la muerte en este ensayo, que publica de la mano de Ediciones Luciérnaga.
‘Y si mañana no estoy’ es un viaje que comienza en el origen del universo hace 13.500 millones de años. «Somos protagonistas de esa otra gran evolución, la del pensamiento, la del sentirnos seres humanos capaces de vivir y absorber la vida», explica el autor.
El libro destaca la importancia del cerebro como órgano responsable de todos esto. «No somos dueños de nuestras emociones, pues son generadas desde el cerebro, pero en cierto modo, podemos controlarlas. No podemos evitar muchas de las cosas que nos pasan, pero sí que podemos decidir la manera de afrontarlas», añade.
Ignacio Rabadán es ingeniero informático y profesor en el Instituto de Empresa, pero además de la tecnología, siempre ha mostrado inquietud por las disciplinas que permiten el crecimiento personal y el entendimiento de la vida.
Señala que es «incuestionable» que existen ciertas fuerzas que van más allá de las puramente físicas y que, si bien no se pueden plasmar en una fórmula, acompañan a cada ser humano cada día.
Por eso, según explica, las experiencias cercanas a la muerte han sido objeto de interés tanto de la ciencia como de las religiones y prácticas como la meditación son de gran ayuda.
El autor de ‘Y si mañana no estoy’ compila en este libro todo lo que le ha ayudado a entender mejor la vida y la muerte. El resultado es un conjunto de evidencias y deducciones que animan al lector a vivir intensamente: «Si mañana no estoy, habré dejado escrito este libro con la ilusión de que ayude a otras personas a incrementar su curiosidad, su pasión por la vida y su forma de entender las cosas. A ser una mejor versión de ellos mismos y a despertar nuevas preguntas que aún están por resolver», concluye.
