«Los ricos no quieren que haya superpobres»

   MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) –

    El cinesta Ruben Östlund, ganador de la Palma de Oro en Cannes por ‘El triángulo de la tristeza’, estrena en España esta sátira del mundo del lujo y la moda en la que juega con la posibilidad de una ‘revolución’ que cambie el estatus social de varias personas.

   «Para que haya ahora una revolución, tendría que salir de una necesidad imperiosa y eso no va a venir de la clase media. De hecho, los ricos quieren estar seguros de que no va a haber superpobres, porque eso podría generar la necesidad de esa revolución«, ha señalado en una entrevista con Europa Press el cineasta.

   El director, nominado también al Oscar a mejor película extranjera con este trabajo, remarca que no se trata solo de hacer humor con los ricos, «aunque la gente piense que sea más fácil». «Pero a mí me gusta también poder reírme de todos, incluso los pobres, porque todos somos iguales«, ha afirmado.

   «Nos suele molestar cuando se hace humor sobre los pobres, pero hacerlo resulta provocativo y, en cierta manera, se le quita una posible victimización a esas personas. Además, con los ricos ponemos distancia haciendo que no parezcan humanos, pero yo quería en esta película decir que hay ricos que son buena gente: el problema es que no les suele gustar pagar impuestos», ha bromeado.

   En ‘El triángulo de la tristeza’ se juntan un grupo numeroso de personas para disfrutar de un crucero a todo lujo. La división social entre los empleados del barco y los clientes es muy evidente hasta que un accidente dará lugar a un cambio de estatus.

   «Mi mujer es fotógrafa y la idea del crucero viene de un trabajo que tuvo que hacer en uno de ellos. Uno de los ricos que viajaban se empeñó en subir un tigre al yate durante unos días, y en una de las paradas se acercaron al zoo y preguntaron para llevárselo: lo consiguieron pagando una suma obscena de dinero», ha recordado.

   «Este tipo de cosas son una muestra de poder y situaciones absurdas de los ricos, que pueden perder la conexión con la realidad: a veces es un mundo bastante absurdo y difícil de identificarse con él», ha lamentado. No obstante, no solo el dinero está en el punto de mira del cineasta, quien también enfoca la cámara hacia la belleza y el mundo de la moda.

   «La belleza siempre ha tenido influencia en nuestro mundo, pero hoy explotamos aun más esa moneda. De todas formas, creo que las mujeres han tomado el control de alguna forma, y pueden vender esa sensualidad o belleza sin necesidad de un marido rico. Incluso en Instagram hay una tendencia de novios que cuelgan fotos de sus novias guapas, es fascinante», ha afirmado.

   Östlund recuerda una anécdota de un berlinés del este que, a la caída del Muro, se pasó al otro lado. «Una de las cosas que encontró fue una campaña de perfume con una mujer medio desnuda y, de repente, se dio cuenta de que su sexualidad cayó por los suelos: se dio cuenta de lo que había y no quería jugar a ese juego», ha indicado.

   Autor de ‘The Square’, otra ganadora de la Palma de Oro que ridiculiza el mundo del arte, ha reconocido que le encantaría hacer una película similar sobre el cine y todo lo que le rodea, aunque siempre busque «un marco que sea algo más grande de lo que ocurre alrededor». Por el momento, su próxima película, ‘El sistema de entretenimiento ha caído’, contará lo que ocurre en un vuelo de 17 horas en el que a poco de despegar se avisa a los pasajeros que no tendrán entretenimiento electrónico por problemas técnicos.

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