Me rehusó irrumpió en el verano de 2016 arrasando en las listas de éxitos. Actualmente cuenta con más de 784 millones de streams en Spotify y más de 1.4 billones de visitas en YouTube. Aunque Danny no reniegue de ello, considera que sin ese tema seguiría siendo el mismo. Al joven venezolano no le gusta «definirse por una canción»; tampoco le parece «justo para la música sacar todo el provecho a un solo tema». Para él era más cómodo salir al mercado con un concepto para tener más de lo que hablar. Y eso es precisamente lo que ha hecho con su primer trabajo 54+1.
Su primer álbum, ¿se lo imaginaba hace 10 años?
Sí.
¡Qué seguro!
Desde chiquito tenía claro lo que quería. Buscaba que mi primer disco fuera muy yo.
Bueno, le ha costado una década…
Hay temas que llevan conmigo seis años. En realidad es un álbum con varios años…
Los ha escrito usted, ¿a quién le dedica esas canciones romanticonas?
Hay muchas historias personales, otras son simplemente un momento que me hace recordar que estoy vivo. Son varias cosas que juntas forman un rompecabezas.
Pero casi todas están dirigidas a una chica, ¿no?
Hay canciones que parecen que hablan de una mujer, pero no es así. Como Babylon Girl que es un sueño.
Entonces ¿nadie le lanzó un hechizo como dice en Tel Aviv?
Esa está dedicada a la música, no a una chica.
Empezó su carrera con electrónica, ¿cómo explica el giro?
Yo empecé produciendo pistas para mis amigos raperos que me pedían ayuda con los coros. Así fue como comencé a desarrollar mi proyecto como tal. Siempre me gustó la mezcla entre lo electrónico y lo urbano.
Y ahora apuesta por el reguetón…
¿Te parece? Bueno puede ser, tiene su dembowsito, ese quiebre en la cintura que se siente como reguetón.
Ha diseñado una portada para cada tema, ¿qué representan esos dibujos?
La portada es el conjunto de todos los sencillos del disco. Cada canción está representada con una foto y yo los he editado en forma iconográfica. Cuando compongo intento de tratar la música hacia un color, ese ha sido mi mecanismo de toda la vida.
El disco toma por nombre 54+1 siendo Swing ese +1, ¿por qué lo destaca por encima de los otros?
Porque Swing representa al Danny de después de Me rehusó. Es un yo mucho más maduro, que conoce la industria y es más profesional. Es la única que está coescrita con Carlos Ramírez.
¿Será Swing el éxito de verano o apuesta por alguna otra?
Me gusta mucho [canta el estribillo], pero también me mola la canción Te vi de Piso 21, me parece increíble. A mí no me gusta juzgar mi propia música ni colocarla en ninguna posición, eso se lo dejo a la gente.
¿Qué sería Danny Ocean sin Me rehusó?
Sería Danny Ocean. Yo no me defino por un tema. Simplemente fue la primera canción oficial que lancé, pero de no ser así estaría haciendo lo mismo que ahora. Creo que fue una cuestión de tiempo, porque salió cuando en mi país estaban pasando muchas cosas. Pienso que marcó a una generación de venezolanos que buscaba un futuro fuera.
¿La ha bailado muchas veces en las discotecas?
Es bastante incómodo salir de fiesta y escuchar tu propia música [se ríe]. A mí me gusta ver a las personas bailarla, pero para mí es incómodo porque no sé qué hacer cuando suena…
Gracias a ese tema fue nominado a varios premios, ¿qué le faltó para conseguirlo?
Estoy superagradecido por todas las nominaciones. Si no me llevé los premios será por algo… Yo me tomé mi tiempo en sacar un álbum, porque no quería salir [al mercado] con una única canción. Tampoco me parece justo para la música sacar todo el provecho a un solo tema. Para mí era más cómodo salir con un disco, con un concepto. Ahora ya tengo más de lo que hablar.
¿Cree que el reguetón, a pesar de su éxito, está mal valorado?
A mí me encanta, pero podríamos mejorar un poco el mensaje de las letras. Deberían estar más acopladas al amor y a los jóvenes.
¿Pecan de machistas?
Yo respeto los mensajes que quieran dar los artistas, pero lo que más me preocupa son los niños que las escuchan, porque al final la música influye mucho en la cultura y en esa percepción de cómo te ven los jóvenes. Yo soy una persona que siempre está pensando en el futuro, y los niños son eso.
¿Y cómo lo ha reflejado en este disco?
En el amor en todas sus expresiones. Creo que todos tienen su derecho de enamorarse y de volverse a enamorar.
Precisamente los que rehúsan de escucharlo suelen consumir electrónica… ¿ha pensado en sacar un tema puramente electrónico?
Puede ser, puede ser…
¿Cuando y por qué se despegó de su apodo Danny O.C.T?
Cuando era joven firmaba mis grafitis con las siglas OCT para referirme a octopus (en español pulpo). Todo el mundo me decía que parecía que venía de Octavio o octubre [se ríe]. Me gustaba O.C.T., pero cuando llegué a Miami quise algo más universal, un nombre que en Singapour pudiesen enternderlo. Me gustó Ocean porque, además de ser una película famosa, me ví reflejado en el océano, con esa brisa fresca del mar.
Se ha pasado más tiempo fuera de su pueblo natal que en él, ¿de dónde se siente?
Sí, pasé cinco años en el Caribe, otros cinco en Namibia (África) y después me reintegré en Venezuela, donde pasé 17 años, y ya me marché a Miami. Mi amá es exdiplomática, así que imagínate lo que es vivir con una persona que le ha gustado viajar toda la vida… Me siento de Venezuela y un poco de todo el mundo.
Ha colaborado anteriormente con David Guetta y Coldplay, ¿con quién se moriría por trabajar?
Yo me moría por trabajar por Coldplay y me sigo muriendo por ello. Pero artistas como Post Malone, Alejandro Sanz o Rihanna han influido mucho en mi música, Me gustaría mucho colaborar con ellos.
¿Qué hará este verano?
Saldré a cantar mi nuevo álbum.