«Mi vida transcurre completamente alejada de la música, yo no soy artista fuera del escenario»

Se fue, volvió y ahora deja muy claro que se queda. Y por mucho tiempo. Con una incipiente barriga que atisba la próxima llegada de su segunda hija, Pastora Soler, radiante, habla sin pudor de la situación «más traumática» de su vida –cuando en 2014 tuvo que dejar la música durante tres años por motivos de salud– y mira al futuro más segura de sí misma que nunca. Lo hace en forma de disco, grabado íntegramente a doble corazón.

¿Qué Pastora nos vamos a encontrar en este disco? Una que sigue la estela del disco anterior, pero, obviamente, con algunas diferencias. El momento personal es el que marca lo que quieres transmitir. La calma fue muy especial porque era después de ese tiempo de parón y ha sido un disco súper gratificante. Repito con el mismo productor, que hace que siga esa estela en cuanto a sonidos. En cuanto a las canciones, aunque he buscado un equilibrio para que no sea todo baladas, el resultado es que hay temas con mucha carga emocional, hay mucha balada fuerte.

Mucha Pastora, ¿no? Efectivamente. Al final una va buscando lo que sabes que el público quiere de ti. Es mi fuerte porque sé que la gente quiere canciones que le provoquen emociones. Es un disco muy enérgico, muy vital, con mucha fuerza de mujer.

Lo que parece claro es que es un disco de autoconfirmación. Sí. En el disco anterior mi objetivo era volver a encontrarme. Y fue todo muy bonito y lo disfruté mucho. Por eso quiero seguir esa filosofía: yo soy esto, disfruto con esto y no me voy a exigir más de lo que me tengo que exigir y voy a disfrutar. Todo eso me ha hecho trabajar en un clima de seguridad, que es vital.

¿Ha tenido que convencer constantemente al resto de lo que vale? En tantos años de carrera sí que ha sido un trabajo de ir muy poco a poco e incluso a veces he desfallecido en el intento. He tenido muchos intentos de tirar la toalla. Son casi 25 años de carrera y yo no he tenido un camino fácil. No tiene por qué serlo tampoco. Yo tuve un punto de inflexión con mi participación en Eurovisión, en 2012, al tener que convencer a mucha gente para que me escuchara de otra manera. Durante mucho tiempo he tenido que estar quitándome etiquetas. Primero, con la copla; después, con la canción más comercial, como fueron Corazón congelado o Dámelo. También porque yo he ido sondeando mucho para ver dónde me encontraba mejor y, cuando lo he hecho, me ha costado soltarlo, a pesar de que me han propuesto hacer otras cosas.

He aprendido que puedo ser feliz sin estar en la música

Arranca el disco y suena: «No es fácil avanzar después del apagón» o «me dejas sin voz». ¿Es una metáfora de lo que le ocurrió en 2014? [Ríe] Puede ser. Cuando escuchas una canción, al final te quedas con todas esas cosas con las que te identificas y, aunque va de amor, es verdad que yo me las llevo a otra cosa.

¿Y aquello ha cicatrizado? Sí, totalmente. La verdad es que ha cicatrizado muy bien, pero quiero que esté ahí, no me gustaría olvidarlo. Hablo con total normalidad de ello porque me ayuda a no perder el norte y a tenerlo siempre de referencia. Yo creo que cuando todos tenemos momentos en nuesta vida de tocar fondo, hay que tenerlos presentes cuando ya sabes que los has superado. Pero hay que tenerlos ahí para saber lo que has pasado, para superarlos y para no volver a lo mismo.

¿Ese ha sido su peor momento? ¿Cómo logró salir? Sí, aquella fue la situación más traumática y dolorosa de mi vida. Por eso, a raíz de todo, comencé a construir algo nuevo que a día de hoy me sigue funcionando.

Se temió, incluso, que dejara la música. ¿Se imagina Pastora Soler en otra cosa que no sea la música? Pues fíjate que ese tiempo me dio el conocimiento de saber que sí, que fui feliz sin estar en la música. Fueron casi cuatro años alejada, conmigo misma y encontrando otras cosas que nunca había hecho. Lo que pasa es que, aún cuando todo estaba ordenado, me seguía llamando esa vocación tan fuerte, que lo he comparado mucho a cuando era una niña. Dejé que me volviera a llamar la vocación, sin mirar más allá de quién eres, de lo que quieres hacer o de la fama. Simplemente esa llamada de querer cantar, contar cosas, lo emocional, lo puro. Me llamó… y aquí estoy [risas].

Ese parón le llegó en su mejor momento, reapareció hace dos años y ahora vuelve a estar en un gran momento. ¿Lo siente así? Sí, totalmente. La verdad es que así lo veo por cómo doy todo lo que tengo que dar y por cómo me hace sentir la gente. Estos dos años de gira han sido un reencuentro con ellos. La gente me ha demostrado de una manera muy especial su cariño y todo eso me hace sentir que estoy en un momento muy bonito.

Y, entre medias, la maternidad. Es verdad que, gracias a mi hija Estrella, apenas me pude regocijar en mi dolor en todos esos momentos traumáticos, porque al mes ya estaba embarazada de ella. Fue una chispa de energía, de felicidad y de vida. Y eso lo cambió todo. Y es ahora, que ya tiene cuatro años, cuando te das cuenta realmente de esa sensación de madre. Ella es lo más de la vida, no hay comparación.

Pastora Soler

  • Cantante
  • 28 de septiembre de 1978
  • Coria del Río

La artista andaluza, de 41 años, lleva casi 25 en la música. Empezó su carrera a los ocho años versionando coplas. En 2012, representó a España en Eurovisión, logrando el décimo puesto. Ahora lanza Sentir, su decimosegundo disco. Además, es presentadora y será coach de la próxima edición de La Voz Senior.

¿Es también artista? Tiene mucho arte [risas]. Aunque, más que por la canción, yo no sé si tirará por el baile, porque mi marido es coreógrafo. Sobre todo es una niña muy especial. No sé si crecer en contacto con todo esto y con mucha gente al rededor le ha hecho ser muy sociable, pero la realidad es esa. Es muy zalamera, te conoce y ya te quiere. Es muy especial. ¡Yo que voy a decir! [risas].

El disco se llama ‘Sentir’. ¿Qué cosas le hace sentir? Casi todo. Cuando uno está bien consimo mismo y con la vida, eres receptivo con todo. Creo que ese es el estado perfecto, cuando estás así, sintiendo.

¿Le suele pasar que no siempre elige las mejores canciones para un disco? ¿Le deja la discográfica hacerlo? Cuando hago un disco, imagínate, me llegan mil canciones. Afortunadamente, la discográfica me deja, sí. Yo me fui de lo que era Emi porque no me dejaban hacer lo que yo quería en ese momento, pero con Warner ha sido todo lo contrario. Desde que planteas un disco, hay libertad artística completa. Una canción me tiene que emocionar a mí, pero he aprendido a no hacer los discos solo para mí, sino también para mi público. Yo ya sé qué tipo de canción le gusta a la gente que me sigue y que me ha sido fiel todo este tiempo. Siempre quieres ir un poquito más allá y conquistar a más público, pero, sobre todo, busco que todos aquellos que ya me seguían estén satisfechos con lo que les doy.

Hay una canción, ‘Al fondo a la izquierda’, con una historia muy especial. Faltaban dos temas para cerrar el repertorio. David Santiesteban -uno de los compositores del disco- me presentó la canción y me pareció maravillosa, pero claro, le dije que esta canción era ideal cantarla cuando se está embarazada, así que la descartamos. ¡Lo que no sabía es que yo ya estaba embarazada! A las tres semanas, cuando me enteré, lo llamé para decirle que por favor no se la diera a nadie.

¿Cómo ha sido la experiencia de grabar el disco estando embarazada? Algo súper bonito. Si hay algo que me dio pena durante el embarazo de Estrella es que me pilló en el momento que estaba totalmente alejada de los escenarios. Ahora ya me he quitado la espinita porque no he podido hacer más cosas: he grabado el disco, pero también he hecho su promoción, un videoclip, conciertos… Cuando grabo un disco estoy muy en contacto conmigo misma, porque al final estoy creando, pero estando embarazada he sentido la conexión con otro corazón, algo que me dio mucho más fuerza. Afortunadamente, las hormonas, que es lo que marcan todo, han hecho que mi voz esté todavía más potente y más brillante.

¿Le ha trastocado el embarazo la planificación del disco? No. Vamos a seguir con todo lo que hay y con lo que está viniendo. Es verdad que en diciembre, que estaré en los dos últimos meses, pararé. Además, tengo que preparar las cosas del bebe porque no tengo nada. A partir de marzo retomaré todo, primero con cuentagotas y, ya en mayo, con la gira de este disco.

¿Es compatible la vida de artista con una vida personal plena? Sí. Eso es algo que desde siempre me ha inquietado mucho. Mi vida transcurre completamente alejada de la música y del artisteo. Vivo en Coria (Sevilla), cerca de mis padres y de mis amigos de toda la vida. Yo no soy artista fuera del escenario. De hecho, soy muy tímida.

Soy una artista de discos, pero hay que adaptarse y trabajar para conseguir lo digital, lo que la gente joven y no tan joven consume

Hay una canción que se titula ‘Amigas’. ¿Existe la amistad en este mundo tan competitivo como el de la música? No te voy a decir que sea fácil, porque no lo es, pero sí existe. Y no es fácil por tema de rivalidades, sino por el tipo de vida que llevamos, que no paramos. Mira, cuando tuve mi problema, me acerqué mucho a compañeros que estaban sintiendo lo mismo, y eso hizo que estallara la conexión. Tengo muchos amigos que forman parte de mi vida personal que los he conocido en la profesión.

En esta época de éxito inmediato, usted representa lo de siempre, la esencia. ¿Eso es nadar a contracorriente? Un poco sí. Yo soy una artista de discos, pero hay que adaptarse y trabajar para conseguir lo digital, lo que la gente joven y no tan joven consume. Me encanta estar en contacto con todo lo nuevo, hay que aliarse, no enfrentarse. Yo estoy abierta y creo que hay que seguir a las nuevas generaciones y a los nuevos sonidos, aunque no los haga.

¿Siente que no se ha vendido a esos nuevos sonidos que están pegando ahora? Sí, aunque en el disco estuvo a punto de entrar un tema de reguetón [risas].

¿No se atrevió a incluirlo? Pues nos ha tenido en vilo hasta el final. Estaba guay, tenía que ver mucho conmigo, porque tenía la esencia de esa otra Pastora, pero al final no vi que pegara con el resto del disco. Pero bueno, es un tema que está ahí aguardado y es mío, porque además lo he compuesto yo. Pero ya te digo, me gusta escuchar de todo y no quiero cerrarme a nada, pero es verdad que me gusta seguir mi estela y no dejarme influenciar por las modas.

¿Le gusta Blas Cantó como representante de España en Eurovisión? Me encanta. Pera mí era el candidato perfecto y sé que va a hacer un gran papel. Es muy profesional y experiencia le sobra.

¿Repetiría la experiencia? Creo que no. Me dejó tan buen sabor de boca que volver sin saber y correr ese riesgo, no te digo que nunca jamás, porque nunca se sabe, pero de momento no lo haría.

¿Lo vivió como un riesgo? Me refiero al recuerdo de Quédate conmigo, de la décima posición y de lo bonito que ha sido incluso después de los años. Es un riesgo, porque te pueden pasar mil cosas, todos recordamos lo que le ocurrió a Manel [Navarro]

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