La Academia Sueca informó este martes de que no tiene noticias del cantautor estadounidense Bob Dylan sobre la conferencia de recepción de su Nobel de Literatura que debe pronunciar antes del 10 de junio para recibir el premio y los 8 millones de coronas suecas (más de 800.000 euros) con que está dotado.
Cuando esta institución descartó en noviembre un acto alternativo a la tradicional conferencia del ganador del premio por la negativa de Dylan a viajar a Estocolmo, mostró su esperanza de que el cantautor pudiese recoger el galardón cuando actuase en Suecia en primavera, aunque sigue sin recibir confirmación del artista.
«La Academia Sueca comunica que no ha tenido lugar ninguna conversación telefónica con Bob Dylan en los últimos meses. Dylan es consciente de que la conferencia de recepción debe celebrarse a más tardar el 10 de junio si quiere recibir la dotación económica», señaló hoy en su blog su secretaria permanente, Sara Danius.
Danius recordó que así lo establecen los estatutos de la Fundación Nobel y que lo que el músico decida «es cosa suya». La Academia se mostró no obstante ilusionada con los conciertos de Dylan en Estocolmo, si bien recordó que las fechas estaban fijadas «mucho antes» de que le fuera otorgado en octubre pasado el Nobel de Literatura 2016.
La conferencia no tiene que ser presencial
Dylan había anunciado que no acudiría ni a la conferencia de aceptación del premio ni a la ceremonia de entrega de los Nobel, aludiendo a «compromisos previos», aunque envió un discurso de agradecimiento que fue leído por la embajadora de Estados Unidos en Suecia en el banquete de honor de los galardones.
El músico fue reconocido con el Nobel por crear «nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense», una elección sorprendente por ser la primera vez que se premiaba a un cantautor. Tras intentar contactar con Dylan sin éxito durante varios días, la Academia Sueca desistió, mientras uno de sus miembros, el escritor Per Wästberg, lo calificaba de «rudo» y «arrogante», declaraciones de las que se desmarcó más tarde la institución.
Dylan aceptó finalmente el Nobel y agradeció un premio que le había dejado «sin palabras», en conversación telefónica con Danius. Aunque no es necesario que el galardonado acuda en persona a Estocolmo (como ha ocurrido por ejemplo en los últimos años con los británicos Doris Lessing y Harold Pinter), sí que debe pronunciar una conferencia para poder recibir el premio y el dinero.
La conferencia de recepción del Nobel no tiene porqué ser presencial, ni siquiera un discurso como tal, aunque sí debe celebrarse antes de seis meses a contar después del 10 de diciembre.