La cantante Paty Cantú, en una imagen promocional de su nuevo disco ‘#333’.
La cantante Paty Cantú publicó en 2018 su quinto disco #333 (Universal), que recoge los temas más populares de su aclamada carrera discográfica; junto con algunos nuevos como #Natural y Cuenta Pendiente, en el que colabora con una de nuestras voces más internacionales: la de Alejandro Sanz.
#333 es el primer disco que presenta girando por España.
Me siento muy contenta y agradecida por actuar en este país por primera vez. En el disco colaboro con artistas de Argentina, España… y esto me ha abierto muchas puertas: he podido cantar con Miriam Rodríguez, Brisa Fenoy, Alejandro Sanz y con el mismísimo Pablo López.
¿Por qué pone este énfasis en el archipiélago canario?
Compuse una canción para la telenovela Rebelde, era la canción que sonaba en todos los besos. Fue un tema muy premiado y en Islas Canarias tuvo mucha repercusión, lo acogieron muy bien.
En más de una ocasión ha recalcado que le gustaría colaborar solo con mujeres, ¿tiene algún proyecto en mente con voces femeninas?
Me encantaría embarcarme en un proyecto únicamente de mujeres, en los días libres compongo pensando en esta idea. Me fascinaría actuar con cinco voces femeninas como mínimo, de distintos géneros y países; me gustan mucho artistas españolas como Rosalía y Miriam. El nuevo disco lo hice pensando en mujeres.
También canta con artistas de moda en el género urbano, como Karol G…
Me gusta lo que hace Karol G, aunque yo no solo hago música urbana. La industria busca que se repitan las fórmulas que funcionan y desde mi posición como compositora este es un tema complicado…
¿Por qué opina que es dificil?
Ahora lo más fácil es meterse en el género urbano, porque es el nuevo pop y está muy de moda. Otra opción es quedarte en las baladas. Como músico es interesante evolucionar y poder aprovechar las tendencias, yo hago también electrónicao cumbia. La primera vez que hice trap me di cuenta de que hay muchas etiquetas y prejuicios en la música a la hora de tocar ciertas aguas.
¿No se sentiría cómoda cerrándose a un género concreto?
Estoy muy contenta de poder hacer las combinaciones a mi manera. El género no define la calidad de un artista, sino la forma en que su lírica y su voz cuentan historias. En la vida no debemos subirnos a un solo tren, porque entonces contamos una única historia. Necesito llorar, hacer reír y bailar; y por eso me gusta hacer música de distintos géneros.
Después de su disco Drama queen (2014, Universal), se la apodó con ese título. Algunos de las canciones que rescata en #333 hablan de soledad y desamor, ¿diría que aún sigue viva esa drama queen?
[Risas] Por supuesto, la drama queen sigue viva y está muy presente en el disco. Esto se comprueba sobre todo en las giras. Soy una mujer intensa y hago canciones para aquellos momentos en los que se necesita llorar. He pasado por tantas cosas que es inevitable que esta parte de mí esté presente.
En la canción Cuenta Pendiente dice que «no hace falta tanto compromiso», ¿se identifica con esta frase?
Quería que el mensaje feminista estuviera presente en cada tema. Puede ser que una mujer no quiera a un hombre únicamente para que la enamore. Para ser empoderada no tienes que decir que los hombres son idiotas o que las mujeres son mejores que ellos. Creo en la igualdad absoluta y mi forma de pensar se proyecta en los conciertos.
¿Qué esconde el título #333?
Este último álbum no se limita a ningún discurso, género y nacionalidad. Descubrí que el número tres significa ‘Dios’ más allá de la religión: habla de una divinidad que sirve para los musulmanes, católicos, judíos y budistas. Además, es mi número en la numerología y queda muy bien en el disco. Los números son iguales en todas partes y con el nuevo álbum busco unificar la música más allá de los prejuicios, el marketing o las expectativas.
Es curioso que coloca una almohadilla no solo en #333, sino también en #Natural, ¿se debe a un motivo musical por el uso del sostenido, o es una especie de guiño a la era del hashtag y las redes sociales?
Es una combinación de las dos cosas. En mi canal de YouTube hay vídeos de mis conciertos en vivo y muchos se montaron con lo que la gente grabó con los móviles. En mis conciertos pedimos que los saquen, porque los artistas generamos contenido a través de esto y nos sirve para interactuar. Se genera mucha cercanía a través de lo digital.
Tras una década dando conciertos, ¿Paty continúa siendo la misma?
Siento que he madurado gracias a las experiencias que he vivido: he tocado en escenarios enormes y he conocido a gente agradecida. Ahora sé que la música es aprender y aprender. He perdido a gente querida en el último año, he luchado contra prejuicios y enfermedades y la música me ha ayudado. También he cumplido los sueños de la niñez, yo soy un testimonio vivo que le puede decir a una niña: «Resiste, los sueños se cumplen».
